3.1. La colección de libros
y manuscritos de Kaufmann

Gracias al generoso apoyo económico de la familia de su esposa, los Gomperz, Kaufmann pudo satisfacer su pasión de coleccionista de libros y manuscritos, algunos de ellos de precio elevadísimo.

Tras su temprana muerte, la posesión del fondo pasó a manos de su viuda, quien encargó a Max (Miksa) Weiss, uno de sus discípulos favoritos, que preparara un catalogue raisonné. Este catálogo es una obra magnífica que ha prestado un gran servicio a los investigadores desde entonces: Katalog der hebräischen Handschriften und Bücher in der Bibliothek des Professors Dr. David Kaufmann s[eligen] A[ndenkens] beschrieben von Dr. Max Weisz. Frankfurt am Main 1906.

A la muerte de la viuda, la colección quedó en manos de su madre, Róza Gomperz quien, de acuerdo con los deseos de la fallecida, la donó a la Academia Húngara de Ciencias “a perpetuidad”. Hubiera sido previsible una donación al Seminario Rabínico, en el que Kaufmann ssirvió tantos años, pero se consideró que la Academia era una sede de mayor prestigio y la principal institución investigadora de Hungría. Esta decisión, sin duda, la salvó de una segura dispersión como la que sufrió el Seminario en 1944 cuando Adolf Eichman, durante la ocupación alemana de Hungría, se llevó varios miles de libros.

La familia König guardó la ingente correspondencia de Kaufmann en varias cestas en el ático de su casa. Hasta su muerte en 1938, Ludwig (Lajos) König estuvo clasificando las cartas. Lamentablemente todas resultaron destruidas durante la guerra, hacia 1941.

Parece que un gran número de libros propiedad de Kaufman fueron vendidos al librero Schlesinger, que revendió una parte al Seminario y otra a compradores particulares en Viena, Budapest y Berlín. Muchos de ellos llevaban anotaciones marginales manuscritas de puño y letra de Kaufmann.

La Colección Kaufmann consiste en 594 manuscritos y 1.092 libros impresos. Es una de las quince mayores colecciones del mundo, aunque no puede competir con las de Oxford (unos tres mil manuscritos hebreos y samaritanos) o San Petersburgo (cerca de tres mil manuscritos y varios miles de fragmentos selectos de Genizah). Pero contiene elementos que la hacen única y muy valiosa. Entre los manuscritos hay textos bíblicos con comentarios, textos lingüísticos y masoréticos, piezas halakhic y aggadistas, obras de metodología talmúdica, escritos cabalísticos, obras de teología, filosofía y polémicas religiosas, historia, homilética y poesía, así como libros de oración, obras de historia local sobre ciudades y comunidades italianas, muestras de cartas y obras de matemáticas y medicina. Es particularmente rica en materiales de rabinos italianos, importantes no solo desde el punto de vista de la ley religiosa, sino también como fuentes sobre la vida cotidiana y costumbres. Muchos de estos manuscritos provienen de Italia y del Oriente Próximo.